A lo largo de la historia, los servicios de educación
especial han brindado apoyo a los alumnos que presentan
necesidades educativas especiales (N.E.E.) y discapacidad, a través de acciones
congruentes en distintos momentos educativos; sin embargo, en los últimos
años y a partir de la promoción de la integración educativa, la educación
básica ha asumido esta responsabilidad.
Los
propósitos principales de la reforma de la educación básica son, mejorar la
calidad de la educación y fortalecer la equidad en la prestación del servicio
educativo, es decir; se busca asegurar que los alumnos y alumnas con
Necesidades Educativas Especiales (N.E.E.) asociadas o no a una discapacidad,
tengan oportunidades de acceder a la educación
y de poder participar en procesos educativos que les permitan alcanzar
los propósitos fundamentales de la educación básica así como de poder
desarrollar todas sus potencialidades como seres humanos.
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Como
parte de las acciones encaminadas a lograr la equidad y la igualdad; se
establece que se promoverá y se fortalecerá el desarrollo de las personas con necesidades
educativas especiales (N.E.E), y/o
discapacidad para facilitar su integración plena en todos los ámbitos de
su entorno y para que puedan acceder a un modelo educativo incluyente se
requiere de una orientación de los servicios de la educación regular y
educación especial.
Una de las funciones esenciales que debemos
desempeñar quienes trabajamos con alumnos con (N.E.E.) y discapacidad, es la de
sensibilizar a la comunidad educativa para dar a conocer las condiciones y
características de la población estudiantil y así lograr aceptación, respeto y flexibilidad
ante la diversidad y promover un cambio de actitud ante el desarrollo de
acciones de atención a los alumnos que se integran a la institución, todo esto,
en un marco de trabajo colaborativo, de corresponsabilidad y compromiso
ofreciendo una respuesta educativa pertinente para propiciar un cambio de
actitud y crear un ambiente de
aprendizaje positivo a favor de los alumnos y la comunidad en general. Para que
este objetivo se logre, se debe trabajar colaborativamente en la identificación, evaluación, planeación y
seguimiento de los apoyos que requieren los alumnos garantizando que reciban la
atención adecuada para el desarrollo de conocimientos, habilidades y actitudes
funcionales para la vida. Por otra parte, el
desarrollo del aprendizaje en el alumno, en muchas ocasiones se ve afectado por
una serie de factores que obstaculizan e impiden su pleno
desenvolvimiento.
El primero de ellos hace referencia a la condición que guarda el organismo como entidad biológica, es decir; al aspecto
de la salud de los individuos; como todos sabemos, existen una serie de causas
que afectan su desenvolvimiento normal e inciden por consecuencia en su proceso
de aprendizaje
La desnutrición, es decir; el déficit
alimenticio crónico, produce una disminución en la capacidad de aprender. Otro
aspecto que interesa especialmente al aprendizaje es el funcionamiento de las glándulas, no
solo por su relajación con el desarrollo general del niño, sino también porque
muchos estados de falta de concentración, somnolencia, olvido pueden explicarse
por la presencia de deficiencias glandulares.
Los problemas en el sistema nervioso central
(lesiones o disfunciones cerebrales) son causa también de problemas en el
aprendizaje, ya que influyen en la conducta en general o en la comprensión en
particular.
Otro tipo de factores que inciden en el
aprendizaje del alumno hacen referencia
a las posibilidades reales que brinda el medio, la cantidad, la calidad, la
frecuencia y redundancia de los
estímulos que constituyen su campo de
aprendizaje habitual. Este aspecto se refiere a las características del
contexto en el cual el niño se
desarrolla (vivienda, barrio, escuela, lugares de esparcimiento, deporte,
canales de cultura, es decir; periódicos, radio televisión, etc.), así como a
las oportunidades que el medio ofrece a cada sujeto.
En este sentido, el papel de la familia resulta
esencial en el aprendizaje del alumno. Una familia en la que no existe el
equilibrio, la comprensión, el apoyo, la motivación, no podrá brindarles a sus
hijos una estabilidad emocional y como consecuencia intelectual, un alumno con
problemas familiares no posee el mismo rendimiento escolar que aquel que en su casa cuenta con todo el apoyo y el afecto de su familia,
situación que se ve reflejada en su autoestima, en su comportamiento y por ende
en su proceso de aprendizaje.
La
integración educativa, no puede ser establecida sólo mediante medidas de
información, cambios legales o administrativos. Es imprescindible que tanto los
profesores de las aulas regulares como los profesionales de educación especial
cuenten con las condiciones, conocimientos, habilidades y actitudes propicias,
es decir, las competencias profesionales de formación en este terreno que es la
educación especial.
Aunado
a lo anterior, en el Plan Nacional de Desarrollo
2013-2018 se señala lo siguiente: “Se buscará
asegurar la vigencia efectiva de los derechos de las personas con discapacidad
y contribuir a su desarrollo integral, lo que transita por su inclusión al
mercado de trabajo y la dinámica social, además de impulsar, con el apoyo de
los medios de comunicación y la sociedad civil, estrategias que coadyuven a
transformar la actual cultura excluyente y discriminatoria en una abierta a la tolerancia y la
diversidad” (Plan de acción: integrar una sociedad con equidad, cohesión social e
igualdad de oportunidades).
De ésta forma, se debe promover una cultura de aceptación e integración de todos los alumnos en el contexto escolar, familiar y comunitario, para colaborar en la construcción de una sociedad abierta a la diversidad. Para llevar a cabo esta acción, se debe promover en vinculación con la institución educativa en la que laboremos, la eliminación de las barreras que obstaculizan la participación y el aprendizaje de los alumnos, a partir de un trabajo de gestión y organización flexible, de un trabajo conjunto entre los maestros, la familia y la comunidad educativa en general, por ello, es de vital importancia sensibilizar al entorno escolar para romper con ciertos parámetros que están arraigados en la historia de la educación.
Bibliografía
-Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018. (2013). [En línea]. Disponible en: http://pnd.gob.mx/. (2013, 8 de Junio).
-Programa Nacional de Educación 2001-2006, México, Sep, 2001, p. 132.
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